LEOPOLDO FERNANDEZ ”POTOTO”, “TRES PATINES” ACTOR, COMPOSITOR Y COMEDIANTE. VIDEOS/ PHOTOS. * LEOPOLDO FERNANDEZ “POTOTO”, “TRES PATINES” ACTOR, COMPOSER, AND COMEDIAN. VIDEOS/ PHOTOS.

LEOPOLDO FERNANDEZ ”POTOTO”, “TRES PATINES” ACTOR, COMPOSITOR Y COMEDIANTE. PHOTOS.

Leopoldo Fernández fue un famoso comediante, actor y compositor cubano mejor conocido por su icónico personaje “Tres Patines” en la serie de radio y televisión “La Tremenda Corte” asi como las peliculas Olé… Cuba! (1957), La tremenda corte (1965) y Hotel de muchachas (1950).

Leopoldo Augusto Fernández Salgado nacido en Jagüey Grande, Cuba, el 26 de diciembre de 1904. Cuando era todavía un niño debió abandonar sus estudios y ponerse a trabajar como repartidor de pan, para ayudar a la economía familiar.

El afán de superación llevó al joven Leopoldo a hacerse telegrafista, oficio que luego cambió por el de tabaquero en la pequeña ciudad de Güines, al sur de La Habana. Su gracia natural y su espíritu lúdico lo acercaron al mundo de los espectáculos.

En 1926, Leopoldo regresa a Jagüey Grande y forma una compañía teatral junto con unos amigos. En ese mismo año es contratado para una gira nacional con Blanquita Gómez. Al terminar la gira vuelve a su ciudad natal para reincorporarse a su compañía, y viaja a La Habana donde conoce a Cándita Quintana, Federico Piñero, Alberto Garrido y a Mimí Cal, quien sería su esposa durante dieciséis años. Sus actuaciones lo llevaron a países como Puerto Rico, Venezuela, Colombia, Perú y la República Dominicana.

Tras recorrer varios países de América con mucho éxito, en 1939 regresa a la Isla y conoce a Cástor Vispo (escritor) y a Mario Barral (productor). Trabajó en Venezuela por varios años, y en 1941 presentó en el Teatro Hispano de Nueva York a su Gran Compañía Cubana de Leopoldo Fernández, con éxito de público y crítica.

En 1931 (en plena época de oro de la zarzuela cubana), hizo su debut teatral en el Teatro Martí, en la comedia lírica Frivolina, presentada por la Compañía Cubana de Zarzuelas de la empresa Suárez-Rodríguez. Fernández sustituyó temporalmente al actor Alberto Garrido, titular de los papeles de «negrito». Después formó parte, de diciembre de 1931 a enero de 1932, de la Compañía de Revistas y Zarzuelas de Robreño-Grenet, en el teatro Payret. A su labor actoral añadió las de director artístico y autor dramático.

Es en 1942 (ó 1941) en que la emisora radial RHC “Cadena Azul” inaugura “La Tremenda Corte”. Su facilidad para causar la risa en los auditorios que acudían a sus espectáculos, lo convirtió en figura insuperable dentro del teatro popular cubano. Su secreto estaba en el contraste entre su gracia verbal y su carácter ríspido enmarcados en el rostro poco expresivo y la figura magra. Su fuerza estaba en la palabra, en el chiste repentino o la frase chusca dicha en el momento justo, y que consiste en decir las cosas más hilarantes y disparatadas con sólo mover las manos y sin variar la expresión. Los deliciosos libretos de Castor Vispo satirizaban el desempeño de los Juzgados Correccionales y tenían como principal resorte malabarismos de lenguaje, a partir de anfibologías y retruécanos, a los que se sumaban la capacidad de improvisación de Fernández y su excelente química con Aníbal de Mar. El programa alcanzó elevados índices de audiencia y llegó a ser muy popular.

Leopoldo Fernández también popularizó durante finales la década de los cincuenta y principios de la siguiente década, otros personajes humorísticos con gran aceptación como el Vigilante Chegoya del programa radial “El Precinto Competidora” y “Domitilo” en la producción televisiva “Los Ricachos”. Pero tras Trespatines, el personaje de Pototo, del dueto Pototo y Filomeno, fue el que nuevamente lo condujo a cimas de popularidad. El programa pasó de la radio a la televisión, y al mismo tiempo los solicitados personajes aparecían en los shows de los centros nocturnos de La Habana y en la cinematografía de la época. Algunos de los filmes protagonizados por Leopoldo Fernández fueron El vigilante Chegoya (1948); Música, mujeres y piratas (1950); Príncipe de contrabando (1950), Hotel de muchachas (1951), ¡Olé…Cuba! (1957) y Surcos de libertad (1959). En muchos de estos filmes participó junto a su amigo de siempre Aníbal de Mar.

Aunque Leopoldo Fernández era hombre atildado y de pulcritud en el vestir, adornaba sus creaciones con un sombrerito de paja, un delgado corbatín y sacos con rayas verticales gruesas que le daban un toque de aristocracia, estilo del actor y director francés Jacques Tati, insertado en el trópico caribeño. Esta fue la misma indumentaria que llevó inicialmente a la radio, y que gracias al ingenio y la agudeza del comediógrafo Cástor Vispo, con su inolvidable creación “La Tremenda Corte”, harían internacionalmente conocido a Fernández, entonces bautizado dentro del programa como “Trespatines”, un personaje cínico y deslenguado –pero gracioso–, sobre el cual giraba la trama de todos los episodios creados por Vispo.

Entre aquellas personas que trabajaron junto a Leopoldo en La Tremenda Corte se recuerda a Aníbal del Mar (El Tremendo Juez), Adolfo Otero, Julito Díaz, Jesús Alvariño, Julita Muñoz y la inefable “Nananina”, recreada por Manuela “Mimí” Cal, mujer de Trespatines por varios años y de quien después se divorció, aunque siguieron trabajando juntos en el programa, compartiendo las inevitables situaciones de rompe y rasga, de vaya y venga; naturales entre quienes han sido fuego y ahora sólo guardan rescoldo.


Su discografía, conformada por diálogos cómicos y números musicales con Aníbal de Mar, ocupó los primeros lugares en los ‘hits parades’ de la época. Uno de sus LP obtuvo un Disco de Oro en 1957.

Continuó compartiendo el trabajo en los medios con la labor teatral. Con sus compañías Trespatines Follies y Compañía de Leopoldo Fernández, presentó temporadas en los teatros Campoamor, Actualidades, Martí, y otros, con enorme éxito de público.



LEOPOLDO FERNANDEZ SALE DE CUBA

En 1959 llegó a México, y después a Puerto Rico, participando en teatro, televisión y cine. Entre noviembre de 1960 y mayo de 1962 realizó funciones diarias con la Compañía de Revistas de Leopoldo Fernández en el Teatro Estrada Palma (llamado desde 1961 Teatro Federico García Lorca). Para ese entonces Leopoldo Fernández era un hombre famoso.

Una anécdota atribuida a Trespatines habla del día en que, durante una temporada en el antiguo Teatro Nacional de La Habana en 1961, Pototo y otro actor revisaban un archivo de fotos de los presidentes de Cuba para instalarlos en la pared. El otro actor mostró una foto de Batista y Leopoldo le dijo: –A éste lo botas… El actor siguió sacando diferentes figuras de políticos con la invariable respuesta del comediante: –A éste también lo botas… Finalmente, el ayudante sacó una foto de Fidel Castro. Leopoldo la miró, la mostró al público y dirigiéndose a la pared, dijo con su habitual socarronería: –Déjame que a éste lo quiero colgar yo…

En 1969, Panamericana TV de Perú compró los derechos de La Tremenda Corte. Además contrató por una corta temporada a Leopoldo Fernández para otra variante del programa, llamada “El Guardia Trespatines”, en la que encarnaba a un policía de sabor tropical y donde su jefe era Antonio Salim (Bonifacio Palomino) junto a otros cómicos del medio como los peruanos Jorge Montoro y la guapísima Anita Saravia. Una última adaptación del programa, esta vez llamada “Trespatines en su Salsa” fue también una producción realizada en Perú, allá por 1970, en donde participa junto con su hijo Leo Fernández Jr., su otro hijo Pucho Fernandez y un nuevo elenco.

Otras películas en las que participó Leopoldo fueron “Las vírgenes de la nueva ola” en 1969 y “El profeta Mimí” en 1973, ambas películas fueron producciones mexicanas.

Leopoldo Fernández tuvo durante su carrera varios nombres: Chegoya, Agente 3K3, y Pototo en que hizo pareja con Aníbal del Mar, el inolvidable Filomeno y por supuesto Trespatines. También esta pareja de Aníbal y Leopoldo hizo un dúo conocido como “Nicanor y Cuatro Kilos”. En 1969 llegó a realizar una película en colores, llamada “Trespatines en Acción”, la cual fue dirigida por Manny San Fernando. Fue filmada en Puerto Rico y Miami. Esta fue una serie donde Trespatines trabajaba en una jefatura de Policía, pero la producción duró poco tiempo. en 1970 años también realizó varias cortas comedias para televisión, una de ellas era una llamada “Yo Detesto a las Mujeres”, en donde Leopoldo era el protagonista junto a Vilma Carbia. En 1971 presentó en varios teatros hispanoamericanos de New York, su comedia titulada “Lo Tengo Pisao”.

SU VIDA SENTIMENTAL

A lo largo de su vida, Leopoldo estuvo casado muchas veces, estos son algunos de los matrimonios que se le conocen: 1) Lenia, se desconoce su nombre completo. Ella quizás la madre de Leopoldo “Pucho” Fernández II y Lenia. 2) Mimí Cal, con quien se casó por espacio de 10 a 16 años. No hubo hijos en este matrimonio. 3) Eneida González, también conocida como Eny González, fue esposa de Leopoldo durante la época en que él salió de Cuba. 4) Rosaura Andreu fue una actriz cubana conocida en Puerto Rico por su personaje “Titi Chagua”, el sitio web de La Fundación Román Rivero hace mención del joven actor Miguelito Fernández, hijo de Rosaura Andreu y Leopoldo Fernández. Esta actriz fallece en noviembre del 2010, tal y como se consigna en una publicación del periódico puertorriqueño El Nuevo Día y en dicho artículo una vez más se menciona el matrimonio y al hijo que ambos tuvieron. 4) Vilma Carbia. Ella fue su última esposa, y no hubo hijos en este matrimonio.

Lo que si es claro es que tuvo varias otras compañeras sentimentales, ya que de todos los hijos que tuvo, no todos ellos son de los matrimonios anteriormente citados. Leopoldo tuvo en total ocho hijos, todos ellos reconocidos pues llevan su apellido, aunque es difícil asegurar si todos ellos fueron hijos de sangre o si alguno fue por adopción. El primero de ellos fue Leopoldo “Pucho”,fue un comediante muy querido en Puerto Rico con un personaje conocido como “20/20”, Lenia, Leopoldo Junior (Polito), Leonor, Leobaldo, Leonel y Leonora. De los últimos 5 no se tienen datos acerca de quien fue su madre. El que falta por mencionar es Miguel (Miguelito), cuya madre fue Rosaura Andreu. De Leopoldo Fernández Jr. (Polito), se desconoce la identidad de la madre.

Alrededor de 1984 Leopoldo Fernandez se retiró de la actuación. El genial cómico murió en Miami el 11 de noviembre de 1985 a los 82 años, allí residía con su esposa, la actriz puertorriqueña Vilma Carbia.

Actualmente, la cadena Televisión Cubana, a manera de homenaje, transmite en Cuba una nueva versión de La tremenda corte que lleva por título ¿Jura decir la verdad?, cuyo personaje central, Chivichana (una especie de patineta rústica de los niños cubanos), conserva mucho del estilo clásico del Trespatines de Leopoldo Fernández.


LEOPOLDO FERNANDEZ “POTOTO”, “TRES PATINES” ACTOR, COMPOSER, AND COMEDIAN. VIDEOS/ PHOTOS.

Leopoldo Fernández was a famous Cuban comedian, actor, and composer best known for his iconic character “Tres Patines” in the radio and television series “La Tremenda Corte” (The Tremendous Court), as well as the films Olé… Cuba! (1957), La Tremendous Corte (1965), and Hotel de Muchachas (1950).

Leopoldo Augusto Fernández Salgado was born in Jagüey Grande, Cuba, on December 26, 1904. While still a child, he had to abandon his studies and go to work as a bread delivery boy to help support the family.

The desire for self-improvement led young Leopoldo to become a telegraph operator, a profession he later changed to that of a cigar maker in the small town of Güines, south of Havana. His natural grace and playful spirit drew him closer to the world of entertainment.

In 1926, Leopoldo returned to Jagüey Grande and formed a theater company with some friends. That same year, he was hired for a national tour with Blanquita Gómez. After the tour ended, he returned to his hometown to rejoin his company and traveled to Havana, where he met Cándita Quintana, Federico Piñero, Alberto Garrido, and Mimí Cal, who would become his wife of sixteen years. His performances took him to countries such as Puerto Rico, Venezuela, Colombia, Peru, and the Dominican Republic.

After touring several countries in the Americas with great success, he returned to the island in 1939 and met Cástor Vispo (writer) and Mario Barral (producer). He worked in Venezuela for several years, and in 1941, he presented his Gran Compañía Cubana de Leopoldo Fernández at the Teatro Hispano in New York, to critical and popular acclaim.

In 1931 (during the golden age of Cuban zarzuela), he made his theatrical debut at the Teatro Martí in the lyrical comedy Frivolina, presented by the Cuban Zarzuela Company of the Suárez-Rodríguez company. Fernández temporarily replaced actor Alberto Garrido, who had been playing the “negrito” (little black boy). From December 1931 to January 1932, he was part of the Robreño-Grenet Revue and Zarzuela Company at the Payret Theater. In addition to his acting work, he also worked as artistic director and playwright.

It was in 1942 (or 1941) that the RHC radio station “Cadena Azul” inaugurated “La Tremenda Corte” (The Tremendous Court). His ability to elicit laughter from the audiences who attended his shows made him an unsurpassed figure in Cuban popular theater. His secret lay in the contrast between his verbal grace and his gruff nature, framed by his inexpressive face and gaunt figure. His strength lay in his words, in the sudden joke or the witty phrase delivered at just the right moment, which consisted of saying the most hilarious and absurd things with just a movement of his hands and without changing his expression. Castor Vispo’s delightful scripts satirized the work of the Correctional Courts and were primarily driven by language juggling, using amphibologies and puns, combined with Fernández’s improvisational skills and his excellent chemistry with Aníbal de Mar. The program achieved high ratings and became very popular.

During the late 1950s and early 1960s, Leopoldo Fernández also popularized other highly acclaimed comedy characters, such as Warden Chegoya on the radio program “El Precinto Competidora” and “Domitilo” on the television production “Los Ricachos.” But after Trespatines, it was the character of Pototo, from the duo Pototo and Filomeno, that brought him back to the heights of popularity. The program moved from radio to television, and at the same time, the sought-after characters appeared in shows at Havana nightclubs and in the films of the era. Some of the films starring Leopoldo Fernández were El vigilante Chegoya (1948); Música, mujeres y piratas (1950); Príncipe de contrabando (1950), Hotel de muchachas (1951), ¡Olé…Cuba! (1957), and Surcos de libertad (1959). He appeared in many of these films alongside his lifelong friend Aníbal de Mar.

Although Leopoldo Fernández was a dapper and neatly dressed man, he adorned his creations with a straw hat, a thin bow tie, and jackets with thick vertical stripes that gave him an aristocratic touch, in the style of French actor and director Jacques Tati, set in the Caribbean tropics. This was the same attire he initially wore to radio, and thanks to the wit and wit of comedian Cástor Vispo, with his unforgettable creation “La Tremenda Corte,” Fernández would become internationally known. He was then dubbed “Trespatines” on the show, a cynical and foul-mouthed—but funny—character around whom the plot of all the episodes created by Vispo revolved.

He continued to combine media work with theater. With his companies Trespatines Follies and Compañía de Leopoldo Fernández, he presented seasons at the Campoamor, Actualidades, Martí, and other theaters, to enormous public acclaim.

LEOPOLDO FERNANDEZ LEAVES CUBA….

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