
LA MÚSICA GUAJIRA CUBANA: LOS NO OLVIDADOS CELINA Y REUTILIO. VIDEOS/ PHOTOS.
La música guajira cubana es un género musical rural que deriva del punto cubano y de la guajira española. Se caracteriza por sus letras que evocan la vida campesina, historias de amor y temas bucólicos, así como por su ritmo distintivo conocido como sesquiáltera o hemiola.
Su origen se asocia a compositores cubanos a finales del siglo XIX y principios del XX, siendo “El arroyo que murmura” de Jorge Ankermann una canción modelo para el género.
Tambien se distinguiron en el conocido y popular genero campesino la pareja formada por Celina y Reutilio quie fue un dúo conformado por Celina González y Reutilio Domínguez.
VIDA DE CELINA GONZALEZ
Celina González Zamora nació en Jovellanos, 16 de marzo de 1928, en la localidad de Nueva Luisa, en la provincia de Matanzas.
De padres campesinos, cuando Celina era niña, sus padres y hermanos cantaban en los saraos familiares de fin de semana. Ángela, tocando el tres y cantando y Jesús, el laúd. Celina aprende la base melódica y rítmica del cante guajiro, y de su madre la devoción, por las religiones criollas de Cuba, y de los orishas: Ochún, Babalú Ayé, Changó y Yemayá.
Durante su infancia, su familia mudó a Santiago de Cuba. Gracias a la radio y a su predilección por el sonido punto cubano comenzó a improvisar alguna que otra décima y cuarteta, hacia 1943 conoce al que va a ser el amor de su vida, Reutilio.
Reutilio Domínguez Terrero (*Guantánamo, 1921 – †1971) Guitarrista, compositor y cantante. Reutilio destacó cantando en una emisora de radio en Guantánamo.
El dúo se hace conocido en Santiago de Cuba. Finalmente, en 1947 hacen su debut en una emisora de radio, la CMKR.
Otro popular músico santiaguero, ya establecido en el ambiente nacional, Antonio Fernández, más conocido como Ñico Saquito; autor de sones como “María Cristina”, “Adiós Compay Gato”, “Jaleo”, “No dejes el camino por vereda” y del prototipo de la canción protesta “Al vaivén de mi Carreta”, los lleva a La Habana en 1948 para que aparezcan en una estación regional, Radio Cadena Suaritos. Esta radioemisora había puesto de moda la música más puramente africana del país, presentando los fines de semana toques y cantos de la religión santera con vocalistas como Celia Cruz, Mercedes Valdés y Gina Martín.
Para su debut habanero, Celina y Reutilio componen un número que se convierte en insignia del dúo: “A Santa Bárbara”, conocido también como “Que viva Changó”. El éxito de ésta guaracha fue inmediata y rotunda.
Con esta composición Celina y Reutilio rompen con una vieja separación que existía entre la música guajira y la música afro, establecen una nueva fusión donde la métrica, o sea, la décima hispánica y el estilo del punto guajiro, se mantienen, pero la letra se refiere a temas del patrimonio cultural del continente negro. La acogida del público se debe no solo a lo novedoso de la tonada sino quizá a varias otras razones. El dúo combinaba la “restallante” voz de Celina, como se la ha llamado, con el sonido producido por Reutilio, que parecía provenir no de una sino de dos o más guitarras. Vale la pena ahondar un poco sobre esto último.
En los tradicionales dúos y tríos de punto cubano y son montuno generalmente se utilizaban dos guitarras, o una guitarra y otro instrumento de cuerdas. Un músico tocaba la llamada “guitarra prima”, o sea, los tonos agudos, como es el caso de Miguel Matamoros en su trío, mientras que un segundo guitarrista ‘bordoneaba’, es decir, marcaba los tonos bajos, como hacía Rafael Cueto con sus famosos ‘tumbaos’ en el Trío Matamoros. Reutilio Domínguez reunía una desarrollada técnica, así como dedos, muñeca y antebrazo supremamente flexibles que le permitían tocar la prima y bordonear al mismo tiempo, de manera que el dúo de Celina y Reutilio sonaba como un trío.
En sus primeras presentaciones en Radio Cadena Suaritos contaron además con el apoyo de un famoso bongosero, Marcelo González, apodado El Blanco. Natural del barrio de Los Sitios en La Habana, Marcelo ‘El Blanco’ había adquirido una justa reputación como eximio percusionista, primero con el conjunto sonero de Macucho del susodicho barrio, y más tarde, como el bongosero de planta de la Orquesta de Julio Cueva. Cuando Marcelo sonaba el bongó detrás de la guitarra de Reutilio y la voz de Celina, los radiooyentes pensaban que se trataba de un conjunto completo con cinco o seis miembros.
El éxito de Celina y Reutilio en Radio Cadena Suaritos pronto les facilita un contrato con una radiodifusora de alcance nacional, la RHC, Cadena Azul, a la que se trasladan de inmediato, comenzando además a grabar los números favoritos del público. La primera grabación de Celina y Reutilio fue A Santa Bárbara, en la que contaron con el piano del compositor y arreglista Obdulio Morales y el bongó de otro distinguido percusionista habanero conocido como Papá Gofio.
En poco tiempo Celina y Reutilio se convirtieron en favoritos nacionales. La fórmula de combinar las décimas y cuartetas típicas del cantar guajiro con temas de las deidades de los panteones yorubas y congos del pasado africano tuvo gran respuesta del público, y el dúo comenzó a producir toda una serie de números similares como “A la reina del mar”, “El hijo de Elegua”, “A la caridad del Cobre” y otros. Además grabaron una cantidad de música guajira y son montuno de otros autores, como “Lágrimas negras”, “Me tenían amarrao con P” –compuesto por Ñico Saquito–, “El cuarto de Tula” y muchos más.
El próximo capítulo es el de los viajes al extranjero. Celina y Reutilio visitan Nueva York, donde se presentan en el Teatro Puerto Rico, en los años cincuenta, acompañados de Beny Moré; luego viajan a República Dominicana, donde su música era conocida desde que transmitían por CMKR en Santiago de Cuba, en 1947; y regresan a Nueva York en compañía del cantante de danzones Barbarito Diez.
En Cuba su prestigio aumenta y Celina y Reutilio aparecen en dos largo-metrajes, “Rincón Criollo” y “Bella la Salvaje”. Cantan en programas radiales dedicados a la música guajira en diversas estaciones de radio; aparecen en televisión; se destacan en actuaciones en los grandes cabarets de la capital, incluyendo el legendario, Tropicana; graban en l956, respaldados por una de las más cotizadas orquestas del momento, la Orquesta Sensación; se codean con todos los demás cantantes de punto guajiro de la isla como Ramón Veloz, Coralia Fernández, el Indio Naborí, Raúl y Radeunda Lima, y son solicitados por anunciantes para grabar una gran variedad de jingles para la radio.
Las tonadas de Celina y Reutilio comienzan a circular por países de la cuenca del Caribe; en particular, Colombia, Venezuela y República Dominicana. Uno de sus números, grabado en una época en que la música guajira daba señas de flaqueza en su popularidad, Yo soy el punto cubano, se convierte junto con, A Santa Bárbara en otro legendario éxito de Celina y Reutilio, que recorre varios países de América Latina.
La colaboración de Celina y Reutilio duró hasta su separación en 1964. Reutilio falleció en 1971. Entre 1964 y 1980 Celina González prosiguió su carrera como solista. A partir de 1980 comienza una nueva etapa en la carrera de Celina. Su hijo Lázaro Reutilio terminaba sus clases formales de música y madre e hijo deciden lanzar una nueva versión de Celina y Reutilio. Apoyándose en el elenco musical del programa de música campesina “Palmas y Cañas”, el nuevo Celina y Reutilio ya no es un dúo sino un conjunto moderno de música guajira y son montuno, con Celina y su hijo Reutilio como las voces estelares.
En 1984 el remozado duo Celina y Reutilio viaja a Bogotá y a la Feria de Cali, donde debuta en el estadio Pascual Guerrero, y desde entonces, año tras año han actuado en las principales ciudades de Colombia: Cali, Palmira, Bogotá, Popayán, Pereira, Manizales, Cartagena, Barranquilla, Montería. Asimismo, han cantado en televisión y radio en numerosas ocasiones, presentando todo su repertorio, así como el de Matamoros, Saquito, Carlos Puebla, José Pinares –autor del “Viejito Cañandonga”–, el Guayabero y Los Compadres.
Celina y Reutilio triunfaron también en Europa, donde cosecharon éxitos en el Reino unido, donde es conocida como, “Queen of Cuban Country Music”, en Suecia, Francia y Grecia. Celina incursionó en las canciones de la Nueva Trova, particularmente en la obra de Silvio Rodríguez, Girón; además, trabajo con los grupos Manguaré y Adalberto Álvarez y su son, con quienes grabó dos discos de larga duración”.
Celina González falleció el 4 de febrero del 2015, a la edad de 86 años, tras una larga enfermedad que la alejó durante años del público.
Celina y su arte han influido sobre un número creciente de cantoras campesinas dentro y fuera de Cuba. Su impacto en la música cubana es ampliamente reconocido. Como ha escrito Alejandro Ulloa, Celina es a la música guajira, lo que Celia Cruz ha sido para la guaracha y el son.

CUBAN GUAJIRA MUSIC: THE NEVER-FORGOTTEN CELINA AND REUTILIO. VIDEOS/PHOTOS.
Cuban guajira music is a rural musical genre derived from the Cuban punto and the Spanish guajira. It is characterized by lyrics evoking peasant life, love stories, and bucolic themes, as well as its distinctive rhythm known as sesquiáltera or hemiola.
Its origins are associated with Cuban composers in the late 19th and early 20th centuries, with Jorge Ankermann’s “El arroyo que murmura” being a model song for the genre.
Also distinguished in the well-known and popular peasant genre was the duo Celina and Reutilio, a duo formed by Celina González and Reutilio Domínguez.
LIFE OF CELINA GONZALEZ
Celina González Zamora was born in Jovellanos, on March 16, 1928, in the town of Nueva Luisa, in the province of Matanzas.
To peasant parents, when Celina was a child, her parents and siblings sang at weekend family gatherings. Ángela played the tres and sang, and Jesús the lute. Celina learned the melodic and rhythmic foundations of cante guajiro, and from her mother, her devotion to Cuba’s Creole religions and the orishas: Ochún, Babalú Ayé, Changó, and Yemayá.
During her childhood, her family moved to Santiago de Cuba. Thanks to the radio and her predilection for the punto cubano sound, she began improvising the occasional décima and quartet. Around 1943, she met the man who would become the love of her life, Reutilio.
Reutilio Domínguez Terrero (Guantánamo, 1921 – †1971) Guitarist, composer, and singer. Reutilio rose to prominence singing on a radio station in Guantánamo.
The duo became well-known in Santiago de Cuba. Finally, in 1947, they made their debut on a radio station, CMKR.
Another popular musician from Santiago de Cuba, already established in the national scene, Antonio Fernández, better known as Ñico Saquito, author of songs such as “María Cristina,” “Adiós Compay Gato,” “Jaleo,” “No dejas el camino por vereda,” and the prototype of the protest song “Al vaivén de mi Carreta,” brought them to Havana in 1948 to appear on a regional station, Radio Cadena Suaritos. This radio station had brought the country’s most purely African music into fashion, featuring Santeria-style music and songs on weekends with vocalists such as Celia Cruz, Mercedes Valdés, and Gina Martín.
For their Havana debut, Celina and Reutilio composed a number that became the duo’s signature: “A Santa Bárbara,” also known as “Que viva Changó.” This guaracha was an immediate and resounding success.
With this composition, Celina and Reutilio broke with the long-standing separation between guajira music and Afro-descendant music, establishing a new fusion where the meter, that is, the Hispanic décima and the punto guajiro style, are maintained, but the lyrics refer to themes from the cultural heritage of the Black continent. The public’s reception is due not only to the novelty of the tune but perhaps to several other reasons. The duo combined Celina’s “crackling” voice, as it has been called, with the sound produced by Reutilio, which seemed to come from not one but two or more guitars. It’s worth exploring this last point a little.
Traditional duos and trios of Cuban punto and son montuno generally used two guitars, or one guitar and another string instrument. One musician played the so-called “guitarra prima,” or the high tones, as is the case with Miguel Matamoros in his trio, while a second guitarist played the “bordoneaba,” or the low tones, as Rafael Cueto did with his famous “tumbaos” in the Matamoros Trio. Reutilio Domínguez possessed a highly developed technique, as well as extremely flexible fingers, wrist, and forearm, allowing him to play the “prima” and “bordoneaba” at the same time, so that Celina and Reutilio’s duo sounded like a trio.
In their first performances on Radio Cadena Suaritos, they also had the support of a famous bongo player, Marcelo González, nicknamed “El Blanco.” A native of the Los Sitios neighborhood in Havana, Marcelo “El Blanco” had earned a well-deserved reputation as an outstanding percussionist, first with the Macucho sonero group from the aforementioned neighborhood, and later as the regular bongo player for the Julio Cueva Orchestra. When Marcelo played his bongo behind Reutilio’s guitar and Celina’s voice, radio listeners thought it was a full band with five or six members.
Celina and Reutilio’s success on Radio Cadena Suaritos soon landed them a contract with a national radio station, Cadena Azul, to which they immediately moved and began recording their favorite songs. Celina and Reutilio’s first recording was A Santa Bárbara, in which they featured composer and arranger Obdulio Morales on piano and another distinguished Havana percussionist known as Papá Gofio on bongos.
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Agencies/ Wiki/ CelinaYReutilio/ InternetPhotos/ YouTube/ www.TheCubanHistory.com/ Aroldo Varona.
THE CUBAN HISTORY, HOLLWOOD.


LA MÚSICA GUAJIRA CUBANA: LOS NO OLVIDADOS CELINA Y REUTILIO. VIDEOS/ PHOTOS. * CUBAN GUAJIRA MUSIC: THE NEVER-FORGOTTEN CELINA AND REUTILIO. VIDEOS/PHOTOS.