

BAINOA, LA HABANA , “MAS BURRO QUE EL INOCENTE BURRO PUEBLERINO”. LA LEYENDA Y REALIDAD. PHOTOS.
En la provincia de La Habana hacia el noroeste existe un pueblecito simpático y acogedor (Bainoa) donde andaba suelto por las calles un borrico. El Burro de Bainoa. Personaje popular convertido en leyenda en la localidad de Bainoa, Municipio Jaruco, provincia Mayabeque, Cuba.
HISTORIA
Bainoa, fundado en 1795, a impulsos de la caña de azúcar en el suelo llano y rojizo del hato nombrado San Lorenzo de Bainoa, antiquísima merced de Don Diego de Soto; el caserío se benefició también del camino Real de La Habana a Matanzas, porque los viajeros de volantas y quitrines se detenían en tiendas y tabernas para comer, beber, tal vez dormir una noche, y proseguir viaje. En 1803 levantaron la iglesia. Los años y la gente se acumularon, ya en el censo de 1846 se registraron 300 habitantes y 62 casas. En 1878 lo alzó a ayuntamiento.
En el año 1900, la compañía inglesa de Ferrocarriles Unidos de La Habana construyó el apeadero de Bainoa en la vía que rodaba hacia el oriente del país. Allí empezaron a detenerse todos los trenes que pitaban en ida o vuelta. Descargaban primordialmente mercancías, que carretones de tiro animal trasladaban a zonas circunvecinas alejadas de la línea férrea.
El inocente Burro al parecer dueño, pero la gente lo consideraba un habitante mas de la población. En una casa le daban maíz, en otra agua.
El inofensivo animalito deambulaba por las calles a sus anchas y no faltaba quien tratara de divertirse a costa de la precaria inteligencia del equino, haciéndole toda clase de maldades y abuses. Le daban de beber cerveza hasta emborracharlo para verlo hacer piruetas por las calles tratando de conservar el equilibrio, de una manera muy cómica, y para divertirse a su vulgar y cruel manera.
Otras veces le amarraban latas vacías al rabo para verlo correr asustado de una punta a la otra del pequeño poblado. Así, un sin fin de otras crueldades a las que la infeliz acémila reaccionaba, claro esta, de acuerdo con su proverbial torpeza.
Pero parece que su torpeza no es tanta como la que se le acredita, me informan que el animalito acostumbraba a tocar la puerta de las casas donde solían tratarlo con cariño y le daban de comer o de beber. Este pueblecito debe sentirse muy agradecido de este infeliz y famoso pollino. El anodino pueblecito salió del anonimato de su habanera geografía gracias a su peculiar animalito, el burrito de Bainoa.
El Burro de Bainoa no fue el único en Cuba con esas características. En Santa Clara lo emulaba el Burro Perico, con iguales o parecidas travesuras, tan famosas como las del Burro de Bainoa, su pollino hermano. Este jumento, a pesar de su notoria estupidez, demostró tener mas nobleza que los que lo hacían objeto de sus burlas y malos tratos.
En aquella época. Desafortunadamente, no existían sociedades protectoras de animales, tampoco había en el pueblo quien pusiera fin a los desafueros de los que se divertían a costa del animalito.
Así es como la historia de este burrito se queda grabada en la leyenda del pequeño pueblo de Bainoa. Desde entonces, cuando alguien hace cosas torpes, o comete tamaña estupidez, se suele decir en son de broma: Ese es mas burro que El Burro de Bainoa.
REALIDAD
La realidad es que estudios realizados por el fallecido Osvaldo Correa, historiador del municipio habanero de Jaruco arrojaron que una familia de la zona de apellido Alentado, adquirió un ejemplar equino de tamaño mayor a sus similares, utilizado después como animal de trabajo, en un área próxima al andén de la estación del ferrocarril de Bainoa, punto de enlace, entre la capital de la isla y la provincia de Matanzas.
Los pasajeros de los trenes que circulaban por el camino de hierro en los albores del siglo XX lo identificaron como “El Burro de Bainoa” hasta que un día desapareció, pero su imagen quedó en la memoria popular de los cubanos, que suelen evocarlo en cualquier lugar del mundo donde se encuentren.
CELEBRIDA Y FAMA
Aunque actualmente Bainoa es conocida como la “capital del Frío”, famosa por ser el territorio más frío de Cuba; debido a las bajas temperaturas que se registran en el territorio (el centro meteorológico local registró en febrero de 1996 el récord nacional de temperatura más baja, 0,6 grados Celsius) debido, entre varias causas, al suelo ferralítico rojo compactado que al tragarse el agua de un sorbo rápido, lo mantiene seco, sin humedad alguna y también a su altura de 97 metros sobre el nivel del mar.
La verdadera razón de la fama antigua de Bainoa es por la fábula del Burro de Bainoa, la historia del animal se queda grabada en la leyenda del pequeño pueblo y trascendió a toda Cuba de tal manera que cuando alguien hace cosas torpes, o comete tamaña estupidez, se suele decir en son de broma: “Ese es mas burro que El Burro de Bainoa”.
El poblado de Bainoa salió del anonimato de su habanera geografía gracias a su peculiar animalito, el Burro de Bainoa. Este no fue el único burro famoso en Cuba. En Santa Clara lo emulaba El Burro Perico, y en Holguín el burro Pancho, parroquiano del bar en el Mirador de Mayabeque.


BAINOA, HAVANA, AND ITS INNOCENT COUNTRY DONKEY. PHOTOS.
In the northwest of Havana province, there is a friendly and welcoming little town (Bainoa) where a donkey roamed the streets. Apparently, it had no owner, but the people considered it a resident of the town. In one house, they gave it corn, in another, water.
The harmless little animal roamed the streets freely, and there were plenty of people who tried to amuse themselves at the expense of the equine’s precarious intelligence, committing all kinds of mischief and abuse. They would give it beer until it was drunk to watch it perform pirouettes through the streets trying to keep its balance, in a very comical manner, and to amuse themselves in their vulgar and cruel way.
Other times, they would tie empty cans to its tail to watch it run scared from one end of the small town to the other. Thus, countless other cruelties arose, to which the unfortunate mule reacted, of course, in accordance with its proverbial clumsiness.
But it seems its clumsiness isn’t as great as it’s credited. I’m told the little animal used to knock on the doors of houses where it was treated affectionately and given food and drink. This little town must feel very grateful to this unfortunate and famous donkey. The dull little town emerged from the anonymity of its Havana geography thanks to its peculiar little animal, the Bainoa donkey.
The Bainoa donkey wasn’t the only one in Cuba with these characteristics. In Santa Clara, the Perico Donkey emulated him, with similar or identical pranks, as famous as those of the Bainoa donkey, its sister donkey. This donkey, despite its notorious stupidity, proved to be more noble than those who made it the object of their mockery and mistreatment.
At that time. Unfortunately, there were no animal protection societies, nor was there anyone in the town to put a stop to the mischief of those who were amusing themselves at the animal’s expense.
Thus, the story of this little donkey remains etched in the legend of the small town of Bainoa. Since then, when someone does clumsy things, or commits such a stupid act, people often jokingly say: That’s more of a donkey than El Burro de Bainoa.

Agencies/ Wiki/ Juan Perez/ Bustamante/ Extractos/ Excerpts/ Internet Photos/ Arnoldo Varona/ www.TheCubanHistory.
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.
