In the framework of the La Villette jazz festival in the French capital, Bona successfully presented a concert with his Afro-Cuban musical group.
Prior to performing at his concert in La Villette in Paris, singer / bassist Richard Bona had recorded his Heritage or Heritage record with Cuban, Venezuelan and Mexican musicians in a fusion performed in Douala language, reinforcing rhythms Cubans, who aroused the interest of Cameroon from its infancy.
Bona listened to a lot of Cuban music from his childhood in Africa, and such sounds never ceased to influence his taste and vocation, since they were rhythms very similar to the African ones, rhythms taken to the Island by the slaves, besides purely African instruments like the drum, the tumbadora and the bongo.
https://youtu.be/dsq9TmFUlC4
The influence of son and Latin jazz earned Bona the desire to travel to Cuba, and in his many visits to the island he found a tradition very similar to his own, and later, when he formed the Cuban Mandekan, the musical establishment that includes Cubans Osmany Paredes (bass), Ludwig Alfonso (percussion) and Dennis Hernández (trumpet player).
Bona had to leave Paris when the authorities denied the renewal of his immigration document. After a long international career, the Cameroonian musician has since lived in New York. But the victory of Donald Trump prompted the musician to return to settle in Paris, where he contemplates opening another jazz club.
Bona has shared a scene, or recordings, with Steve Wonder, Bobby McFerrin, Roberto Fonseca, Raul Midon and many others. Precisely was accompanied by Fonseca in the piece Bilongo, known in Cuba as La negra Tomasa, or Kikiribu Mandinga, in the Jazz Day celebrated at the Gran Teatro de la Habana.
EL MÚSICO CAMERUNÉS RICHARD BONA LLEVA SU SONIDO MUSICAL AFRO-CUBANO A EUROPA EN SU IDIOMA ‘DOUALA”. VIDEO.
En el marco del festival de jazz La Villette, en la capital francesa, Bona presentó con éxito un concierto con su grupo musical afrocubano.
Antes de presentarse en su concierto en La Villette de París, el cantante y bajista Richard Bona había grabado su disco Heritage, o Herencia, con músicos cubanos, venezolanos y de México, en una fusión cantada en idioma douala, y que refuerza en los ritmos cubanos, los cuales despertaron el interés del camerunés desde su infancia.
Bona escuchaba muchísima música cubana desde su infancia en África, y tales sonoridades no dejaron de influir en su gusto y vocación, puesto que se trataba de ritmos muy similares a los africanos, ritmos llevados a la Isla por los esclavos, además de instrumentos netamente africanos como el tambor bata, la tumbadora y el bongo.
La influencia del son y el latin jazz le valió a Bona el deseo de viajar a Cuba, y en sus múltiples visitas a la Isla encontró una tradición muy similar a la propia, y más tarde, cuando conformó el Mandekan cubano, el plantel musical que incluye a los cubanos Osmany Paredes (bajo), Ludwig Alfonso (percusión) y Dennis Hernández (trompetista).
Bona tuvo que abandonar París cuando las autoridades le negaron la renovación de su documento migratorio. Tras una larga carrera internacional, el músico camerunés vive desde entonces en Nueva York. Pero la victoria de Donald Trump incitó al músico a volver a radicarse en París, donde contempla abrir otro club de jazz.
https://youtu.be/SaAeJjuSfVE
Bona ha compartido escena, o grabaciones, con Steve Wonder, Bobby McFerrin, Roberto Fonseca, Raul Midon y muchos otros. Precisamente se dejó acompañar por Fonseca en la pieza Bilongo, conocida en Cuba como La negra Tomasa, o Kikiribu Mandinga, en el Día del jazz celebrado en el Gran Teatro de la Habana.
Agencies/Joel Rio/CiberCuba/Internet Photos/ YouTube/ Arnoldo Varona/ TheCubanHistory.com
THE CUBAN HISTORY, HOLLYWOOD.